Está claro: nadie nace sabiendo. Por más libros que se escriban sobre las claves del emprendimiento y por más manuales que se editen sobre buenas prácticas empresariales para pymes y autónomos, lo cierto es que montar un negocio es un viaje cuyo destino final se desconoce siempre.
A ello se suma el hecho de que no siempre se sabe por qué las cosas funcionan o dejan de hacerlo. Ejemplos hay de grandes ideas y extraordinarios equipos que se han topado con el infranqueable muro del fracaso sin que nadie sepa muy bien por qué.
En otras ocasiones sucede justo lo contrario. Los astros se alinean y todo lo que parecía que iba a ir en contra termina jugando a favor. Los caminos del éxito son inescrutables.
Esto no significa que arriesgar el capital propio y ajeno en intentar desarrollar una idea sea siempre tirar una moneda al aire.
Hay estrategias que, aunque no aseguran el éxito, ponen a las empresas en una buena posición para salir adelante y dejar atrás el temido valle de la muerte, esos primeros 3 años que constituyen un muro insalvable para la mayoría.
Lo saben bien Soraya Cadalso, cofundadora de Uttopion, una startup que presume de haber construido el primer metaverso español. También Kike Corral, cofundador de The Power Business School, una escuela dedicada precisamente a proporcionar formación sobre todo lo relacionado con el mundo de los negocios.
Acogida desde enero de 2022 por Lanzadera, la aceleradora de startups de Juan Roig, Uttpion vive hoy días algo más tranquilos que cuando arrancó. Aunque la gran ola del metaverso parece algo venida a menos, en Uttopion siguen convencidos de que el futuro de las relaciones sociales estará en los espacios virtuales.
Algo parecido cabe decir de The Power Business School, una empresa que desde que salió a la palestra hace 5 años ha vivido incluso un ligero cambio de nombre: por entonces, como contó Business Insider España, eran solo ThePower MBA, y su gran promesa era que sus alumnos pudieran formarse dedicando tan solo 15 minutos al día a sus cursos.
Aunque esta provocó no pocas críticas entre propios y extraños, la academia cerró 2022 con más de 100.000 alumnos gracias, entre otras muchas cosas, a la explosión que vivió el ámbito de la educación online en plena pandemia.
Nadie sabe qué ocurrirá con Uttopion y The Power Business School a partir de ahora, pero Cadalso y Corral sí conocen con exactitud el camino que han recorrido hasta llegar a donde están hoy. Estos son, a su juicio, los 9 errores más importantes que cometieron al transitarlo.
"Uno de los errores principales que localizo echando la vista atrás viene dada por la excesiva ilusión y la prisa por crecer mucho en poco tiempo y en hacer ciertos procesos", explica Cadalso. "Se necesita tener en muchas ocasiones paciencia a la hora de tomar decisiones en los momentos iniciales, que serán claves en el transcurso del crecimiento y desarrollo de una empresa. La poca experiencia nos hace tomar decisiones precipitadas en etapas tempranas".
Las primeras contrataciones son uno de los momentos clave de cualquier empresa. Para Cadalso, cuidarlos es clave a la hora de dar los primeros pasos.
"Los procesos de selección iniciales los haría mucho más exhaustivos. Me inclinaría por perfiles creativos y ambiciosos, perfiles que siempre van a estar en procesos de aprendizaje para aportar el máximo valor en cada momento vital de la empresa. Los perfiles sin ambición se conforman y se acomodan provocando un estancamiento parcial en el crecimiento de una compañía y a la larga suponen un dilema dentro de un proyecto".
"Otro error muy frecuente es la falta de planificación a nivel negocio. Es importante establecer metas claras, investigar el mercado, identificar a la competencia y desarrollar estrategias adecuadas", resume Cadalso sobre la necesaria investigación previa al desarrollo de cualquier proyecto.
"En mi caso, la situación era excepcional ya que abríamos un mercado prácticamente nuevo (con ciertas referencias). La planificación se basó en investigar, leer y estudiar a la escasa competencia que en ese momento había en el mercado mundial".
Las finanzas son otro de los principales caballos de batalla de los emprendedores, especialmente en las fases iniciales del proyecto.
"Muchas veces no empleamos suficiente tiempo y esfuerzo en una buena planificación financiera. Es difícil estimar de forma rigurosa los costes fijos y variables cuando pones en marcha un proyecto, pero hacerlo se reflejará de forma significativa en la salud financiera de tu empresa en un futuro", comenta Cadalso.
En este sentido, añade Corral, es fundamental permanecer atento a los cambios de tendencia. "En el mundo en el que vivimos, donde lo único constante es el cambio, es un gran error no dedicar un tiempo, casi diario, a mantenerte actualizado. Créeme cuando te digo que este error a mí personalmente no me volverá a suceder, es una tarea que forma ya parte de mi rutina".
Pero no todos los problemas de los emprendedores novatos tienen que ver con plantillas de excel y cálculos de porcentajes. Muchos tienen que ver con un tema que, por desgracia, muchas veces sigue siendo tabú entre el propio ecosistema emprendedor: la salud mental, que anda especialmente precaria en esta año convulso.
"Tener una buena salud mental y ponerse en manos de un profesional cuando notemos momentos de desgaste laboral es fundamental", aconseja la cofundadora de Uttopion. "Emprender es un camino lleno de altibajos, y hay momentos en que es necesario contar con herramientas para gestionar situaciones difíciles como puede ser la toma de decisiones o vivir momentos de estrés. En ocasiones, de mucho estrés".
Opina lo mismo Corral: "No soy un robot. Si bien es cierto que al emprender se pasan noches sin dormir, esta realidad puede conducirte a verdaderos problemas de salud mental que hagan imposible que alcances tus objetivos. Es súper importante no cometer este error y cuidarse para prevenir enfermedades como la ansiedad o la depresión".
Solo con una buena salud mental, resume el emprendedor, se piensa con claridad y se hacen las cosas con sentido. "Yo siempre aconsejo tener o crear una escapatoria mental que permita abstraernos, relajarnos y olvidarnos por un rato de los problemas del trabajo (vale irse a andar al campo, conducir por las montañas o a nadar, por ejemplo)".
Está claro que nadie debería emprender un proyecto empresarial si no está seguro de que la suya es una idea verdaderamente buena. No obstante, ¿qué ocurre cuando, convencidos de la viabilidad del negocio, los responsable de llevarla a término la sobreestiman?
"Cuando te enamoras, ¿qué es lo que pasa? Que pierdes objetividad. Es como cuando estás empezando a salir con una persona y a pesar de que sea el ser más tóxico tú no eres capaz de verlo. Pues con un proyecto pasa exactamente lo mismo", empieza explicando Corral.
"No importa cuánto tiempo y dinero le hayas dedicado, nunca puedes perder la objetividad. Al hacerlo, lo único que haces es taparte los ojos. Si no va a funcionar, tienes que ser capaz de verlo y abandonar el proyecto. Sé sincero contigo mismo, de verdad. Según mi experiencia, será mucho mejor eso que seguir invirtiendo".
Y una advertencia más: ojo con los amigos y familiares, que puede que no quieran decepcionar al emprendedor en cuestión: "Cuidado con pedir feedback a amigos y familiares. Seguramente te digan que es la mejor idea del mundo y te cieguen aún más".
El día a día de toda empresa es importante. No obstante, en las etapas iniciales es muy importante dejar un rato libre para pensar también en el largo plazo y ver en qué se quiere convertir el proyecto, qué quiere ser de mayor.
"Como emprendedor, debes ser capaz de tomar decisiones que afectarán a tu proyecto en el largo plazo. Imagina que aceptas 10.000 euros vendiendo los derechos de un software y el comprador se hace de oro con lo que tú construiste. Una visión a largo plazo es fundamental a la hora de tomar cualquier decisión", aconseja Corral.
Todas estas precauciones no están reñidas con la ilusión que cualquiera puede sentir ante la perspectiva de un eventual éxito. En este sentido, Corrales recomienda pensar a lo grande: si se puede llevar la idea fuera de las fronteras nacionales, por ejemplo, mejor.
"Las ideas pequeñas dan lugar a negocios pequeños. En cambio, pensar en grande puede hacer que esas ideas pequeñas evolucionen a algo totalmente diferente, algo mejor de lo que uno soñó nunca. Además, como siempre dice mi socio Hugo Arévalo, pensar en grande cuesta lo mismo que pensar en pequeño", comenta Corral.
El vínculo entre emprendedores e inversores es complejo. Gestionarlo de manera adecuada, opina Corral, jalona el camino hacia el éxito de los empresarios.
Las relaciones entre emprendedores e inversores muchas veces son complicadas porque los inversores exigen métricas que son mucho más difíciles de conseguir de lo que ellos creen. El día a día luego es un universo diferente al que ellos viven y tienes que buscar un equilibrio entre ambos, que, en muchas ocasiones, se convierte casi en un trabajo aparte.
Cortesía: www.businessinsider.es