24 de noviembre de 2025
Madrid, 24 Noviembre de 2025. -Para muchos consumidores, el Black Friday marca el inicio de las compras de Navidad. Para muchas Pymes, en cambio, es un momento decisivo que puede impulsar el año… o desequilibrarlo. En España, algunas pequeñas empresas concentran hasta el 40 % de su facturación anual en estas fechas. Sin embargo, una parte importante entra en la campaña sin preparación: descuentos improvisados, capacidad operativa al límite y cálculos poco precisos que dificultan saber si la venta será realmente rentable. La paradoja es clara: se venden más unidades que nunca, pero no siempre se gana más dinero. La verdad incómoda: el peligro no está en vender, sino en cómo se vende Cada año, muchas pymes celebran cifras récord durante el Black Friday y, cuando revisan sus números, descubren que el margen se ha reducido drásticamente. Entre las causas más habituales: ● Descuentos que no contemplan el coste real del producto. ● Procesos logísticos que encarecen cada pedido cuando el volumen sube. ● Devoluciones que se comen el beneficio. ● Sobrecarga de trabajo que dispara los costes internos. Según Level UP, la escuela de negocios para pymes más grande de España, la mayoría de pequeñas empresas desconoce exactamente cuánto puede descontar sin perder margen. Y aun así, aplican rebajas. “El éxito no está en vender mucho, sino en ganar dinero después de vender”, afirma Carlos Delgado, CEO de Level UP. “El Black Friday puede ser una gran oportunidad… o un agujero negro. Depende de cómo se gestione.” El verdadero problema: campañas sin planificación Muchas pymes se suman al Black Friday por inercia, sin estrategia clara y sin medir su capacidad real. Esto lleva a decisiones precipitadas que convierten la campaña en una apuesta incierta. Se confunde visibilidad con ventas, ventas con beneficio y beneficio con salud financiera. Cuando no hay método, el Black Friday deja de ser una oportunidad y se convierte en un riesgo. ¿Debería una pyme participar? Sí, pero con criterio Bien planteado, el Black Friday puede ser muy útil para: ● captar nuevos clientes, ● acelerar la recompra, ● aumentar la visibilidad, ● y establecer relaciones comerciales duraderas. La clave es entender que la rentabilidad no está solo en el descuento, sino en lo que ocurre después. 5 claves para que el Black Friday sea rentable 1. Pensar a largo plazo: La campaña se gana en la repetición del cliente, no en la venta impulsiva. 2. Descuentos inteligentes: Ofertas potentes, pero siempre calculadas. Y, si es posible, con una segunda oportunidad de compra. 3. Inspirarse en los grandes, adaptándolo a la propia estructura: El modelo funciona cuando se ajusta al margen, al stock y a los recursos reales de la pyme. 4. Proteger la capacidad operativa: No es rentable vender más si cada pedido cuesta más. 5. Comunicar con claridad: En un entorno saturado, destacan las marcas que comunican con intención, no las que gritan más fuerte. El Black Friday invisible: el desgaste humano Detrás de los picos de venta hay equipos trabajando al límite, jornadas extendidas y empresarios que viven con la incertidumbre de si el esfuerzo compensará. El estrés, las horas extra y la presión por cumplir plazos convierten estas fechas en uno de los periodos más exigentes del año para muchas pymes. Preparar la campaña con tiempo y método no solo mejora la rentabilidad: también protege a las personas que sostienen el negocio. La conclusión de Level UP: ● Sí , una pyme puede ganar dinero en el Black Friday. ● Sí , puede usarlo como palanca para crecer durante el resto del año. ● Sí , puede convertir nuevos clientes en relaciones estables. Pero solo si entra con método, cálculo y una estrategia clara. El objetivo no es vender más: es ganar mejor. “El Black Friday no es una obligación. Es una oportunidad… para quien se prepara”, concluye Carlos Delgado.