La I edición de Madrid Platform, HUB internacional de negocios entre Europa y América Latina, dio cabida en su segunda jornada en la Sala Berlanga a diferentes temáticas desde el prisma empresarial: desde la necesidad de estructuración y financiación en momentos de crisis, la apuesta de futuro de las energías renovables, hasta la necesidad de inversión en el mercado del agua en Latinoamérica o el Programa de Ayudas Europeas a la Internacionalización en América Latina en el plano de la transición energética.
(Pedro Martín Molina (derecha), CEO de Martín Molina Abogados y Economistas, moderado la primera mesa de debate centrada en la reestructuración y refinanciación de las empresas.)
Madrid Platform cuenta con el apoyo activo del Ayuntamiento de Madrid y con la aerolínea Iberia como colaborador estratégico, así como con Ferrovial y CBRE como ‘Vertical Partners’, y con Martín Molina como Gold Partner. Además, se han sumado casi la totalidad de las Cámaras de Comercio Europeas y Latinoamericanas. También cuenta con la participación de la Secretaría General Iberoamericana, el Consejo de Empresas Iberoamericanas, la Fundación de Jóvenes Empresarios Iberoamericanos, la Fundación Euroamérica y la Organización de Estados Iberoamericanos, entre otros.
Madrid, 10 de mayo 2021 | La segunda sesión de Madrid Platform en la Sala Berlanga puso el foco en los retos de las empresas frente a la recuperación tras la pandemia, aunque apostó también por ensalzar la figura de Latinoamérica como factor esencial para encontrar grandes oportunidades en los años venideros.
En este sentido, una de las ideas principales que se extrajeron tuvo relación con el debate sobre la reestructuración y refinanciación de las empresas en el entorno post crisis pandémica. Panel que ocupó las primeras dos horas del día.
Según inició Pedro Martín Molina, CEO de Martín Molina Abogados y Economistas, hay tanto que hacer en momentos de crisis que “es temeroso”. Especialmente, porque en el momento actual existen retos, pero frente a esas amenazas “hay que buscar oportunidades”.
Las empresas tienen necesidad de buscar nuevos horizontes a la hora de fijar sus luces de largo alcance. Para ello, sería fundamental reestructurarse y redimensionarse. Para Martín Molina este redimensionamiento se trataría en adaptar la empresa y hacerla “viable sobre la base del presente. Es decir, adecuar el tamaño de la empresa “al nivel de operaciones que tiene la misma”.
Según Enrique Díaz Revorio, letrado de la Administración de Justicia, director del Departamento de Derecho Concursal de IAG Auction, ex Coordinador de la Secretaría General de la Administración de Justicia en el Ministerio de Justicia, las empresas deberían ser capaces de detectar que “el agua está caliente y no hirviendo” para que no sea “demasiado tarde y anticiparse para realizar una reestructuración”.
En esta situación, con un marco evidente de los resultados económicos de la pandemia, hay que ver si la compañía es rentable y si tiene resultados negativos derivados de la pandemia. También, si no es rentable y no “se puede reestructurar”, tal y como añadió Díaz Revorio.
Pero también es fundamental la reestructuración en áreas como América Latina. Antonio Magraner, presidente de FIJE, aseguró que la región tiene problemas con la “economía informal”. Por eso, están intentando trabajar con gobiernos y compañías para “poder a empezar a canalizar esta actividad y que forme parte de la economía dentro de los estados”.
César Suárez Vázquez, Magistrado del Juzgado Mercantil nº1 de Tarragona, aseguró que en España vivimos actualmente un “terremoto” en el ámbito de la “solvencia empresarial”. En el ámbito español, se estaría en un proceso en el que “intentamos desarrollar las directrices” en el marco de la directiva de la Unión Europea.
Suárez agregó que se percibe que los viejos instrumentos (de solvencia) se quedan “muy cortos” y de ahí a que se tengan que “desarrollar diferentes marcos”. Por ejemplo, Suárez cree que es necesario un “marco de alertas tempranas” a la hora identificar y adelantarse “a las circunstancias difíciles”.
Un concepto en el que coincidió Díaz Revorio. En su opinión, la moratoria para los concursos de acreedores en España se aprobó para todas las empresas y eso habría provocado que compañías que no son viables y puedan aplicar la reestructuración “se hayan acogido a este mecanismo para evitar la insolvencia. Algo que al final está generando “empresas zombies”.
Asimismo, Suárez concretó que hay un deseo compartido de que el legislativo “nos dote de más seguridad jurídica”, que es muy importante “en los procesos de insolvencia para garantizar certezas”.
La gama de las oportunidades en el espacio de las energías renovables
Dentro de los retos del mañana y bajo la estratégica programática europea se encuentra la apuesta por las energías renovables. De ahí a que una de las temáticas abordadas en la Sala Berlanga fuese destinada a esta tendencia cuyo crecimiento se está acelerando con gran velocidad en tres mesas de debate moderadas por Carlos Ballesteros, director general de ANESE.
Pablo Álvarez, gerente de Servicios Energéticos de Acciona, indicó que en la compañía consideran que el papel de las renovables es “crítico” y que a partir de ahora va a jugar “un papel fundamental”.
Según David Rodríguez, Operation Manager Spain en Schneider Electric ven que la transición energética “va muy pilotada por la sostenibilidad”. De hecho, se estaría observando que la pandemia ha generado “conciencia social” y que los países han abogado por “crearse objetivos más sostenibles”. Una tendencia que repercute directamente sobre la adopción de las energías renovables.
No obstante, dentro de este espectro, la industria parece moverse hacia el fomento del autoconsumo. Álvarez destacó que están desarrollando proyectos grandes en esta materia y que, lo más llamativo, es que “los costes se han reducido exponencialmente”, lo que hace que los proyectos sean “amortizables en un plazo razonable de tiempo”.
Miguel Fandiño, Managing Director de Enertika, confirmó que el autoconsumo es “la llave” para el inicio de la “descarbonización en las pymes”. La fotovoltaica sería una solución a partir de la cual la pyme española y latinoamericana y “pueda fijar objetivos más ambiciosos” que aportarán “mucho ahorro”.
A todo esto, se le sumaría un parámetro importante, que es el autoconsumo compartido. Se trataría, tal y como relató David Rodríguez, de un vector para dar “accesibilidad energética” para aquellos segmentos que “no pueden acceder a ella”. Por el contrario, es una tendencia que no está “del todo desarrollada”, aunque necesitará de plataformas para hacer una “gestión eficiente”.
Dentro de ese contexto hay cerca de 22 millones de viviendas construidas antes del año 80, lo cual supone un desafío en el plano de la eficiencia energética, pues utilizan sistemas eléctricos que acarrean un mayor consumo.
Para Israel Ortega, director de Formación y Servicios Técnicos Iberia en Uponor se necesita hacer entender a los usuarios que hay que “ponerse de acuerdo en invertir en más eficiencia energética”. De ahí a que un driver fundamental sea que las mejoras se han de proyectar en los próximos años. A su modo de ver, el acierto energético tendrá que ver con la “rehabilitación energética de los edificios (residenciales)”, que ha de hacerse a medio plazo. Es necesario, ahondó, para “llegar a los objetivos de la Unión Europea para el 2050: cero emisiones de las viviendas”.
Juan Carlos Caballero, responsable de Innovación en IoT y Gestión Energética. ECOMT, apuntó que es cierto que los edificios son utilizados por las personas y puede haber automatización, por ejemplo, en los sistemas de iluminación, pero “tenemos que concienciar también a la sociedad” de la “mejora del consumo energético”.
Para Iñigo Bertrand, CEO de EDF Fenice Ibérica, es vital la competitividad para los “objetivos de descarbonización” en este plano. En definitiva, herramientas que lleguen de la mano de “la digitalización de los equipos, entre otras fórmulas”.
Relacionado con la implementación de las políticas para la transición verde, Oliverio Álvarez, socio de Deloitte, esgrimió que hay que asegurarse de que las políticas son transversales y que “lleguen a toda la sociedad”. Dicho de otro modo, pensar en “cómo identificar los nichos” y proveer los mecanismos para “solventar las situaciones”.
Según Albert Grau, responsable de Asuntos Públicos de Rockwool, la transición energética es necesaria, y que habría dos maneras interesantes de plantear el uso de los fondos europeos: “I+D o desarrollo de mercados ya existentes que necesitan movilizarse”.
Entretanto, Francisco-Javier Herrera, senior Regional Sales Manager, Tecnalia Research & Innovation, se manifestó en esa misma línea, ya que, a medida que se avanza en el cumplimiento de los objetivos, “las necesidades tecnológicas cada vez son mayores”, pero no “tenemos que dejar de ver a esa I+D, que es básica, pero que puede dar la sensación de que esté todo hecho”.
El objetivo de la accesibilidad del agua en América Latina
El gran reto del mercado del agua en Latinoamérica, el potencial de crecimiento de la industria, así como su accesibilidad, ocupó un gran espacio en la Sala Berlanga en una mesa redonda moderada por Arantxa Mencia, Global Business Development Director Almar Water Solutions.
Tal y como explicó Lucio Javier García Merino, especialista Senior Financiero & Institucional División Agua y Saneamiento, Banco Interamericano de Desarrollo, algunas de las lecciones aprendidas de aprovisionamiento de agua y saneamiento en el sector incluye “la innovación técnica y financiera”. Es importante, enfatizó, “incluir en los proyectos de la infraestructura la calidad de los activos, la reducción de costes en los servicios de agua y saneamiento, incluyendo también una perspectiva de género”.
El 90% de todas las empresas de agua del mundo son públicas, por eso, expuso Carlos de Cevallos, socio Decoex , es un sector “diferente”. En cada uno de los países eso está atomizado y distribuido a nivel municipal. Prevalecería una cultura pública que lleva siglos “permeando que el agua es un bien público y que tiene que estar bien cubierto por el sector público”.
De Cevallos incidió en que la sociedad en Latinoamérica necesita acceso al mínimo de disponibilidad del “servicio del agua”, pero al mismo tiempo se observaría que esas sociedades que tienen años de funcionamiento, lo están haciendo con “unas pérdidas en Latinoamérica que van del 45% al 50%”.
Razón por la cual las empresas de agua de Latinoamérica tendrían la necesidad de atacar proyectos para dotar “de infraestructuras para mejorar y tener mejor disponibilidad de agua”. En definitiva, según De Cevallos, “mejorar la gestión” y preparar los proyectos para “romper esa cultura pública”.
José María González, principal X-National, coincidió en que la forma de colaborar debe ser la misma: “que exista una colaboración entre la empresa pública y la privada en el suministro del agua”.
Hacia una economía circular con cero emisiones
La acción empresarial en la economía circular y bajas emisiones de carbono es una iniciativa financiada por la UE que tiene como objetivo facilitar la comercialización de tecnologías verdes bajas en carbono de las pequeñas y medianas europeas en Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia y México, en sectores de alto impacto sostenible. Un programa que ocupó el último debate del día moderado por Ángel Durández, Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Euroamérica.
Según Mercedes Blázquez, Team Leader-Regional Coordinator at Low Carbon and Circular Economy Business Action in the Americas, European Union, el proyecto se diriga en Europa a “pymes y a las small y mid caps que provén el tipo de soluciones y equipos que, por servicios a asociados, demanden los players locales”.
El hito para este avance de la economía circular y verde tiene el foco, en efecto, en la sostenibilidad. Javier Martínez Belotto, responsable de Financiación Sostenible de ANESE, Asociación nacional de empresas de servicios energéticos contó que el viejo continente el principal hito es el green deal, que tiene como objetivo que para el 2030 “reduzcamos las emisiones el 50%”. La sostenibilidad, tal y como expresó, “suena bien” y está de moda, pero “hay que catalizarla”.
Habría ejemplos concretos, como contó Javier Martínez Belotto, responsable de Financiación Sostenible de ANESE, Asociación nacional de empresas de servicios energéticos. Lo que la compañía va a hacer para su meta de cero emisiones netas en 2050 son herramientas básicas como “mover su cartera”. Apostar por energías “bajas en carbono” y que compita con “las energías tradicionales por otras rutas tecnológicas que permitan descarbonizar complementariamente”.
Con todo, hay desafíos en el camino. Tal y como concluyó José Luis López Schummer, Chief Representation Officer for Spain, Portugal and Latam, Mercedes Benz, esto se puede ejemplificar en el negocio de la movilidad. Por ejemplo, si una furgoneta eléctrica “tiene un coste de 30.000 euros” frente a una convencional “cuyo precio es de unos 15.000 euros”, indica que la descarbonización en el mercado del transporte “tiene un coste en el corto plazo”. El camino aún, analizaron los expertos, es aún de largo recorrido.